Porque de Florida hasta Texas y en los estados vecinos de Arizona y Utah, hemos visto cómo los políticos han aprobado prohibiciones peligrosas sobre el aborto en todo el país, dejando consecuencias de gravedad para las mujeres y poniendo en riesgo sus vidas.

Desde el día en que se anuló Roe v. Wade, esas prohibiciones son historias reales y peligrosas: una niña de 10 años, víctima de violación en Ohio, tuvo que viajar a Indiana para obtener el aborto que necesitaba; una mujer en Texas perdió litros de sangre durante un aborto espontáneo y tuvo que estar conectada a un respirador antes de que los médicos pudieran ayudarla legalmente.

Historias trágicas como éstas son prueba de que los políticos nunca serán los más capacitados para tomar las decisiones de salud que pertenecen a las mujeres y a sus médicos. Doctores y enfermeras no deberían correr el riesgo de ir a la cárcel sólo por tratar a un paciente.

No podemos permitir que estas prohibiciones lleguen a Nevada, ni podemos dar por sentado que nuestros derechos están seguros y arriesgar que las futuras generaciones tengan menos derechos y libertades que sus padres y abuelos. Debemos votar SÍ en la Pregunta 6 para mantener a los políticos fuera de las decisiones médicas personales de los nevadenses para siempre.